Belleza Efímera

Acrílicos, tinta y carboncillo sobre lienzo
70 x 156 cm (27″½×61″⅓)

Me inspira la estética japonesa y la noción de la belleza como una situación efímera que debe disfrutarse mientras dure.

La elección de utilizar la acuosidad del material busca suavizar la pintura y su imagen, entendiendo que la permanencia es efímera. En este contexto, la fluidez del agua no sólo pretende captar la fugacidad de la flor del cerezo, sino también resaltar la fugacidad de la propia belleza. La obra se convierte en un instante congelado en el tiempo, que nos recuerda la importancia de apreciar la efímera pero impactante belleza que nos ofrece la naturaleza.

Colección privada de María Eugenia Sánchez.

Bogotá – Colombia.