Cerezo en flor
Acrílico, tinta y carboncillos sobre lienzo
115 x 237 cm (45″¼ x 93″¼)
Me inspiro en la estética japonesa y la noción de belleza como una situación efímera que debe disfrutarse mientras perdura.
La elección de utilizar la acuosidad del material busca suavizar el cuadro y su imagen, entendiendo que la permanencia es efímera. En este contexto, la fluidez del agua no solo busca capturar la fugacidad de la floración del cerezo, sino también resaltar la transitoriedad de la belleza en sí misma. La obra se convierte en un instante congelado en el tiempo, recordándonos la importancia de apreciar la efímera pero impactante belleza que nos ofrece la naturaleza.